¿EN QUÉ CONSISTE? Se define como la pérdida de continuidad total de los diferentes ligamentos que conforman la rodilla. Suele producirse con más frecuencia en ligamento cruzado anterior (LCA), ligamento cruzado posterior (LCP) y con menor frecuencia en Ligamento colateral interno y externo.
¿CÓMO SE DESARROLLA? Se produce por un aumento excesivo y repentino de la tensión en el ligamento diana,ya sea por traumatismos (accidente de tráfico y deportes de contacto) o por la pérdida de elasticidad derivada de la edad.
¿CÓMO LO SOLUCIONAMOS? En este caso, si la lesión es partidaria de pasar por quirófano, se diferenciarán dos fases en el proceso de rehabilitación: una pre-operatoria y la post-operatoria. En la fase preoperatoria, el objetivo es controlar los síntomas y permitir mantener la musculatura y estructuras periarticulares en la mejor condición posible para que no baje en demasía el rendimiento tras la intervención. Tras el paso por quirófano, se comienza la fase post- operatoria, en la que los diferentes estadíos son parecidos a los que hemos mencionado en el esguince de rodilla, lo que va a mediar en los tiempos de recuperación es el tipo de intervención por el que se haya optado.