¿EN QUÉ CONSISTE? El término ictus, se utiliza para describir las consecuencias de la interrupción repentina del flujo sanguíneo a una parte del cerebro (isquemia cerebral) o de la rotura de una arteria o vena cerebral (hemorragia cerebral).
¿CÓMO SE DESARROLLA? Un ictus ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre, oxígeno y glucosa, que necesita.
¿CÓMO LO SOLUCIONAMOS? El ictus puede dejar muy diversas secuelas como pérdida de fuerza, trastornos del equilibrio, espasticidad, trastornos de la sensibilidad e incontinencia urinaria. El tratamiento irá enfocado a mejorar las secuelas particulares de cada paciente, trabajando con movilidad, pasiva o activa, equilibrio, fuerza muscular, normalizar el tono y mejorar en las actividades de la vida cotidiana para que el paciente sea lo más independiente posible.